Una mayor diversidad de los productos y mejor calidad de exportación serán claves para alcanzar el éxito del nuevo acuerdo comercial con la Unión Europea, que está a punto de ser ratificado por El Salvador y es considerado como el más importante después del firmado con Estados Unidos.
Eso es lo que afirman economistas y los mismos exportadores sobre este acuerdo comercial, que conectará al país con 27 países que conforman la Unión Europea y que ya están generando grandes expectativas entre los empresarios salvadoreños.
Y con razón. Este pacto comercial no solo permitirá que el 99 % de los productos salvadoreños entren al mercado europeo sin pagar aranceles, sino que además, constituye una puerta para la atracción de la inversión extranjera directa y envía un claro mensaje al Gobierno del apoyo que se necesita para elevar las ventas internacionales.
El reto es grande. Según los datos del Banco Central de Reserva, del total de exportaciones que realiza el país ahora por todo el mundo, solo el 4.6 % va a la Unión Europea.
Más del 80 % de todo lo que vende el país va solo a Norteamérica (Estados Unidos, Canadá y México) y Centroamérica.
Además, del total de productos que el país le vende a la Unión Europea, cerca del 75 % de ellos llegan solo a tres países: España, Alemania e Italia (ver gráficos).
A pesar de que el país tiene beneficios de comercio con al menos nueve países de todo el mundo, incluido EE.UU., las cifras de exportación no crecen a un ritmo sostenido.
En 2012 y con buena parte de recuperación de la economía, el país solo aumentó 0.8 en sus exportaciones, un dato que refleja que las empresas aún no aprovechan los beneficios de un acuerdo comercial con otro país.
Esta vez, el economista y asesor económico de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Rigoberto Monge, aseguró que “el país afronta el reto más importante para exportar”.
Desaprovecharlo sería un error para el país, pues, a juicio de Monge, el solo tener una relación comercial con Europa le abre la puerta al país para entrar en otros mercados más fuertes.
Monge dijo que por ahora, la oferta de productos que ofrece el país sigue siendo escasa. “Hay un reto de diversificar los productos”, indicó.
“Hay que trabajar en tecnología, en calidad tecnológica, en mejorar los empaques”, agregó el economista.
Desaprovecharlo también implicaría despreciar las potenciales inversiones que estos países podrían realizar en los próximos años. Aun sin tener un acuerdo comercial, España ha invertido en el país unos $200 millones, según recuerda Monge.
“Imagínese el interés que se podría crear en la inversión cuando entre en vigencia este acuerdo”, expresó.
Preparación
Estar acorde a las exigencias de los europeos no es cosa de otro mundo. Las más de 300 empresas exportadoras del país ya envían regularmente sus productos a este mercado, pero la presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), Silvia Cuéllar, reconoce que aún hay mucho por hacer.
“Hemos creado varios programas para ir preparando a las empresas en el procedimiento de este acuerdo y los requerimientos que tienen”, afirmó. “Europa es bien exigente”, agregó.
Cuéllar afirmó que desde el año pasado han abierto al menos cuatro programas de capacitación, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas que quieren exportar hacia Europa.
“Estamos haciendo un gran esfuerzo por alcanzar la calidad y ser más competitivos”, señaló.
El Ministerio de Economía, creó desde el año pasado una página web en la que se explican todos los mecanismos para exportar. Se presenta, además, algunos estudios de mercado en los que se explican las características de los compradores y sus preferencias. Pero hay poca promoción hacia afuera de los productos nacionales.
Además está trabajando de la mano de Coexport para darles financiamiento a las empresas y capacitarlas para que estén preparadas.
La crisis
La recesión económica que atraviesa Europa y en especial, España, Alemania, Italia, Portugal y otros, no ha desanimado a los exportadores.
Por el contrario. Les está animando a aprovechar nichos de mercado en los que podrían ser competitivos.
“Europa va cambiando y con él, su poder adquisitivo. Ahí podemos entrar nosotros, con creatividad. Hay oportunidad, dependiendo de los productos que se vendan”, dijo.
“No podría despreciarse el mercado europeo en absoluto, a pesar de la crisis”, dijo.
De hecho, el economista asegura que un acuerdo comercial, antes que afectar a las empresas nacionales, las “blindaría”, pues si Europa quiere subir aranceles a otros países, podrá hacerlo, menos con los que ya suscribió un acuerdo comercial.
En este tema, el ministro de Economía, Armando Flores, recordó que las exportaciones a Europa son mínimas, por lo que, contrario a desanimar a las empresas nacionales a que exporten, éstas podrían incrementarse con la entrada en vigencia del acuerdo.
Eso sí. Cuéllar advirtió que, como ha ocurrido con el TLC con EE.UU., las empresas no aumentarán sus exportaciones de la noche a la mañana. Como en otros acuerdos, esto es un proceso que tomará su tiempo”, dijo Cuéllar.