¿Qué pasó con… Marcelo Bruno?

"El Muñeco" jugó con Marte y Once Lobos en los noventa. Tras su retiro representa jugadores pero su gran sueño es dirigir en El Salvador

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Bruno, cuando vestía la elástica del 11 Lobos, en Chalchuapa.

Por Víctor Zelada Uceda / Fotos cortesía: Marcelo Bruno

2012-09-23 9:23:00

SAN SALVADOR. Como futbolista siempre se caracterizó por su carisma, por la facilidad de ganar amigos. Aunque pasó por ligas como Bolivia, Perú, Costa Rica y Guatemala, el país que lo conquistó y que siempre tendrá presente será El Salvador.

Es más, el apodo de “Muñeco” lo recibió aquí por su apariencia. Era delgado y se manejaba una cabellera larga y rubia. Antes de jugar en Marte y posteriormente en Once Lobos, había quiénes lo comparaban con el ex jugador de selección albiceleste, Claudio Caniggia (mundialista en 1990 y 1994).

Sí vino a parar a este país fue porque en Suchitepéquez se hizo amigo del lateral derecho salvadoreño Misael Rodríguez en 1993. “Misael me dijo que en Marte el técnico Óscar Emigdio Benítez necesitaba de un delantero. No lo pensé dos veces y me fui”.

Llegó con la mejor ilusión. Incluso debutó con un gol en su primer partido. Fue contra el archirrival Alianza que evitó la derrota con el empate de René “El Flaco” Durán.

Con los marcianos llegó a estar junto a jugadores que marcaron historia como Ricardo Guevara Mora, Marcial Turcios, Wilfredo Iraheta Sanabria, Ricardo “Culebrita” García, Julio Herrera y Carlos Castro Borja.

Si el argentino Bruno comenzó con buen ritmo, la suerte le cambió cuando enfermó de salud y se lesionó un tobillo contra FAS, partido donde pudo conocer a Jorge “Mágico” González.

Ficha técnica:

Marcelo Fabián Bruno

Data: Buenos Aires, 19 de mayo de 1966

Edad: 46 años

Hija: Daniela María Bruno Ugarte (17 años)

Deporte: Fútbol

Posición: Mediapunta

Equipos: C.A. Los Andes, Andino La Rioja, Bolívar, Ferro General Pico, Peñarol de Córdoba, Deportivo Belgrano, Las Palmas, Deportivo Colón, San Agustín y Sporting Cristal, Suchitepéquez Marte, Belén y 11 Lobos.

“No me sentía bien y el técnico no sabía cómo acercársele al jugador y le dijo que estaba lesionado. Pero para mi sorpresa me puso a jugar contra ADET. Fue un partido extraño para mí porque no podía pisar la grama y fue allí donde me llamó el gerente y me dijo que estaba fuera del equipo. Le respondí “Cómo voy a estar fuera si estaba lesionado”.

Romance en Chalchuapa

Con la desilusión de quedar sin trabajo porque el presidente de Marte, Ernesto “El Chato” Vargas le quedó debiendo dinero, Marcelo tenía planes de irse a Perú cuando el gerente de 11 Lobos tocó la puerta de su casa para preguntar cuánto quería ganar para que jugara con ellos.

Si la temporada con Marte se frustró a medio camino en la temporada 1993-1994, el cuadro lobezno lo fichó. Bruno cuenta cómo fue su primera práctica con el equipo: “Me puse de acuerdo con el presidente Miguel Reyna, llegué a Chalchuapa, ya en la práctica hice un gol y empezó la historia de amor que tengo con 11 Lobos, la gente me escribe. Un muchacho me mencionó una vez que para algunos aficionados sigo siendo un ídolo allí. Creo que me quieren un montón. Jugué tres años, de 1994 a 1997 y hasta ascendimos a Primera y si me retiré fue porque tuve un accidente”, explicó.

Entre algunos jugadores que recuerda en el cuadro chalchuapaneco estaban Alfredo “El Chele” Pérez, Emiliano Pedrozo, Efraín “El Chirolón” Burgos, Juan Villarreal, Enzo Enriquez (argentino), Enio Mendoza, “El Negro” Trujillo, entre otros.

Si algo hizo que Marcelo Bruno se entregara en la cancha por 11 Lobos fue el parecido de la camiseta con la de Boca Juniors.

“Lástima que no teníamos apoyo pero el equipo jugaba bien. Si por algo quería mucho al 11 Lobos fue cuando vi la camiseta por primera vez. Recordé la camiseta de Boca porque soy hincha xeneize”.

En cuanto a su buena vibra con los aficionados, recuerda una anécdota. “Me sentía como Maradona en el Napoles cuando la gente llegaba a ver los entrenos. Sentía el cariño desde la grada y por eso me he prometido que algún día voy a regresar a ese equipo porque la gente me pide y me manda mensajes y me dicen que me necesitan”.

Cuando vino al país muchos decían que tenían un parecido al ex jugador de la Selección Argentina, Claudio Caniggia. Pero en El Salvador fue bautizado finalmente como “El Muñeco”.

“Me conocen por ‘El Muñeco’ Bruno y me lo pusieron en Marte. Se le ocurrió a un brasileño que estuvo a prueba, de apellido Márquez. Yo tenía el cabello largo y rubio. Pero el periodista Carlos Aranzamendi fue el que lo hizo público… Ese apodo me encantó y muchos me llaman así hasta hoy”.

¿Qué hace?

Los aficionados seguro recordarán a Adrián Mahia, Dionel Fulgencio Bordon y Pablo Leguizamo. Todos ellos vinieron a El Salvador gracias a la recomendación de Bruno. Desde 2003, se ha dedicado a representar futbolistas para encontrarles equipo en Chile, Perú, Bolivia… Incluso está ayudando, junto a su amigo Mario Bernio, al salvadoreño Kevin Rivera de 19 años para que juegue en México, Argentina u otro país.

Una persona que le ayudó es Luis Grillo, representante reconocido en Córdoba. “(Luis Grillo) me manejó al principio y con él nos encargamos de ver jugadores. Estoy involucrado en esto desde 2003”, dijo.

No sólo el trabajo de agente es lo que quiere hacer. Por su mente pasa la idea de dirigir en El Salvador. “Estudio mucho el fútbol y aprendo cada día, mi intención es dirigir en El Salvador, es un sueño que nadie me va a sacar”. Dice amar a este país al punto de ayudar en juegos benéficos.

En su experiencia como entrenador fue asistente de San Luis Talpa, dirigió 4 partidos con Once Lobos en Liga de Ascenso (1995) y estuvo a cargo de las selecciones masculino y femenino de la Universidad Matías Delgado donde ganó 8 títulos.