Johnson surgió el viernes como quizás el mayor ganador de la sorprendente decisión electoral de Gran Bretaña de separarse de la Unión Europea.
El exalcalde de Londres, con su cabello desgreñado y personalidad estrafalaria, destaca como uno de los posibles sucesores de David Cameron, quien el viernes anunció que renunciará tras no poder convencer a los británicos a quedarse en la Unión Europea.
Johnson se portó el viernes como estadista. No habló públicamente sino hasta después de que Cameron renunció e informó a la reina Isabel sobre su decisión.
Lee también: Renuncia de Cameron desatará batalla por liderazgo británico
Johnson luego dio un discurso breve para proclamar un nuevo día para Gran Bretaña, sin decir que estaba interesado en convertirse en el líder del Partido Conservador y primer ministro.
En parte, fue porque Johnson no tenía que hacerlo. Mucha gente ya cree que el exalcalde de 52 años tiene los ojos puestos en la residencia del primer ministro en 10 Downing Street.
Cameron dijo que se debe escoger a un nuevo líder antes de la conferencia del partido en octubre y algunas empresas de apuestas pusieron a Johnson como favorito instantáneo.
El experto en ciencias políticas Tim Bale de la Universidad de Londres dijo que Johnson es el principal candidato debido a su prestigio liderando la campaña separatista durante el referéndum sobre la Unión Europea.
“Ciertamente, creo que Boris Johnson tiene que ser el favorito”, dijo Bale. “Está pasando por un buen momento. Creo que se le consideraba el rostro de la campaña victoriosa por la separación. Tiene un montón de apoyo entre los miembros del Partido Conservador”.
Si es que el referéndum sobre la Unión Europea le allana el camino para el puesto de primer ministro, será una gran recompensa por su riesgosa decisión de romper su alianza con Cameron y alinearse con Nigel Farage, líder del Partido Independiente del Reino Unido que se opone a otorgarle más poder a la Unión Europea.
Lea también: Reino Unido provoca un cataclismo al votar abandonar la Unión Europea
En ese tiempo, sondeos indicaron durante meses que los británicos preferían quedarse en la Unión Europea. Una derrota en este sentido podría haber opacado el liderazgo de Johnson durante años.
Johnson, con su estilo poco ortodoxo, a veces caótico y aparentemente desorganizado para hacer campaña, influyó en el cambio de opinión de los votantes. Raras veces pareció estar leyendo una declaración o preocupado por su apariencia o ambiente. En vez de eso, recorrió el país en un “bus de batalla”, adornado con consignas sobre los beneficios financieros de la separación de la Unión Europea.
Johnson mantuvo su distancia de Farage pero se vio apoyando algunos de sus puntos políticos, incluyendo la propuesta para dar a Gran Bretaña más control sobre inmigración a través de un sistema de puntos al estilo australiano.
Pese a su estilo poco convencional, la trayectoria de Johnson ha estado bien enfocada. El político nacido en Estados Unidos fue a escuelas élites (estudió con Cameron en Eton y Oxford) y trabajó como periodista antes de entrar al Parlamento.
Como alcalde de Londres, tuvo un papel importante en las Olimpiadas del 2012 y pareció bastante cómodo diciendo a los turistas una y otra vez que Londres era la mejor ciudad del mundo.
Incluso personas que tienen dudas sobre la credibilidad de Johnson creen que él podría ser un buen primer ministro y fuerte intercesor de Gran Bretaña.
Annett Middleton, supervisora de mercadeo, dijo que está en desacuerdo con la postura de Johnson sobre la Unión Europea y no está segura si confía completamente en lo que dice pero cree que trabajaría bien en Downing Street.
“Honestamente, creo que sería bueno porque estaría protegido por políticos con experiencia, que saben cómo jugar el juego”, dijo Middleton, de 44 años. “Creo que sería fantástico como embajador internacional para el país porque es llamativo, británico y seguro de sí mismo”.