Manos salvadoreñas cultivan la vid en Virginia

Tres compatriotas que han llegado como trabajadores agrícolas invitados a Virginia ponen sus manos en el cuidado de uno de los viñedos más antiguos de este estado de la costa este, desde donde se exporta exclusivos vinos para el mundo

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Estos compatriotas realizan las jornadas en un envidiable paraje de montañas y agradable clima veraniego mientras adquieren conocimientos especializados para el cuido de las plantas de uva

Por TOMAS GUEVARA / WASHINGTON

2013-08-21 10:00:00

Es una tarde de domingo en las montañas de Virginia, el paradisiaco paisaje es surcado por unos 170 acres de cultivos de la vid, en ese aire fresco de la campiña estadounidense tres salvadoreños interrumpen la jornada del día de descanso para acercarse al cultivo y espantar una manada de cuervos que apetecen también de los exclusivos y cuidados frutos para la elaboración de uno de los vinos más afamados del mundo: el Octagon.

Camilo Ortega, originario de Armenia, Sonsonate, justo a su paisano José Luis Contreras, ha llegado al viñero de Barboursville, a unos 28 kilómetros de la histórica ciudad de Charlottesville, junto a Godofredo Arocha, originario de San Marco, San Salvador. Todos consiguieron entrar a Estados Unidos con el programa de visas para trabajadores agrícolas.

Arocha que con este año participa por quinta ocasión a la temporada del cultivo de uvas comenta que antes de tener esta oportunidad de trabajo eventual desde febrero a octubre en Estados Unidos, laborada en una imprenta en San Salvador. “Yo no había trabajado en agricultura, pero es cuestión de ponerle amor al trabajo y rápido se aprende sobre los cuidado que necesita la planta para tener una buena cosecha”, comenta.

Camilo y José Luis, con seis y siete años respectivamente en el viñedo, si habían tenido previo contacto con el trabajo agrícola en Sonsonate, pero nunca se habían imaginado los especiales cuidados que demanda el viñedo para tener los frutos de alta calidad que se necesitan para producir los vinos.

Luego de haber ahuyentado los pájaros con petardos, los tres trabajadores, junto al jefe del viñedo, Fernando Franco, un destacado vinatero salvadoreño que ha sido en enlace para conseguir la oportunidad de laborar en el viñedo, recorren algunos pasillos y dan algunos cuidados a las plantas luego de una noche de lluvia.

“Aquí es irles quitando las hojas que le dan sombra al gajo y separándolos para que se desarrollen más, a veces tenemos que cortarles algunos gajos para que los mejores que quedan tomen mas fuerza y sean de mejor calidad”, explica Camilo.

La jornada laboral para este equipo de connacionales consiste en preparar desde la primavera la plantación para la cosecha y luego darle todos los cuidados durante la estación que se desarrolla el fruto, y que va limpiarlas, poner los nutrientes que necesite la planta “así como los seres humanos necesitamos calcio y otros minares, estas plantas también que hay que estar pendiente para darles esos cuidados”, explica Fernando Franco.

El contrato eventual para los trabajadores invitados termina en octubre al culminar la cosecha y cuando el viñedo empieza el proceso natural de adormecimiento de la época invernal, explica Franco mientras recorre los senderos mostrando los tipos de uvas que se cultivan para los diferentes vinos que produce este campo.

El viñedo de Barboursville, es afamado por la producción del Octagon, exclusivo vino de la casa y ganador de competencias mundiales dedicado al primer vinicultor de la zona, nada más ni nada menos que Thomas Jefferson (1743 – 1826), tercer presidente de Estados Unidos y quien intentó cultivar las plantas de uva importadas de Europa para hacer vinos.

El esfuerzo de Jefferson no se materializó hasta muchos años después, cuando descubrieron como injertar las plantas de uva traídas del viejo mundo en la raíces de una uva silvestre de Virginia, resistente a las plagas de la zona. No obstante, el aporte del presidente está en el lugar en una antigua construcción en forma de octágono que dirigió el arquitecto Jefferson para su amigo propietario de la finca donde ahora se yerguen los cultivos que con la ayuda de manos salvadoreñas producen el exclusivo Octagon.