Los sombreros y las botas de charro era el común entre el centenar de asistentes a la tarde de Jaripeo del Festival ganadero realizado en el marco de las fiestas patronales de Cojutepeque.
Al ritmo de música norteña fueron ingresando cada uno de los jinetes de Los Potros de San Matías que tenían el reto de estar sobre el toro los 8 segundos reglamentarios.
Antes de iniciar la montada hicieron la oración al patrón Santiago, el santo de los jinetes, plegaria que les da el valor para iniciar la jornada.
Entre los montadores estaba Alexander Arévalo, de 36 años, mejor conocido como “paleta” quien tiene más de 12 años de dedicarse al deporte que según él es el mejor del mundo.
En Cojutepeque realizan tarde de Jaripeo en el marco de sus fiestas patronales @elsalvadorcom pic.twitter.com/I1NPrhydqv
— GAD CASTILLO (@GADCAST) January 19, 2019
“En todo este tiempo me he divertido mucho, desde pequeño que ando en esto y no me canso de practicarlo cada fin de semana o a veces una semana completa”, contó.
Sobre la preparación para cada presentación mencionó que lo hace una vez a la semana, sin embargo han habido eventos en los que no necesito entrenamiento porque la misma experiencia me indica como hacerlo.
A quien se le veía lleno de adrenalina y un poco de nerviosismo era a Jorge Zepeda, alias el nota pues según sorteo realizado con anterioridad le tocó el toro más complicado, nada más ni menos que “El Buey”.
En Cojutepeque agarraron al “cuche encebado”
En el marco de las fiestas patronales de Cojutepeque realizaron el juego del cuche y palo encebado en el parque central
“El Buey” es uno de los toros que lleva más de 5 años en rodeos tanto nacionales como internacionales con la Ganadería La Cuadra de los Compadres, la cual reúne a los mejores jinetes y reses del país.
Para el bota fue una prueba difícil, pues el toro era complicado y duro de manejar, pero la destreza del jinete no pudo con la res y no logró cumplir el reto, pues no habían pasado ni cinco minutos cuando el jinete estaba en el suelo y con una lesión en la rodilla.
Entre tanto otro montador salía al rodeo el torero mejor conocido como “El Niño”, quien hacía sus piruetas para entretener a los asistentes que a fin de aceptar el espectáculo aplaudían cada movimiento del joven.